Cada tres años se repite nuestra presencia en Düsseldorf, con motivo de la celebración de la Feria K, la más importante a nivel mundial en el mundo del plástico.
Fueron días intensos de patear pabellones viendo todos los stands y profundizando más en algunos que nos interesaban y cuya visita teníamos planeada.
Como siempre, las grandes marcas de maquinaria de inyección tenían los puestos más vistosos y logrados con sus demostraciones de últimos equipos y tecnologías. En el de Arburg, del que tenemos 11 de nuestras 16 máquinas, vimos su último equipo, impresionante, de 650 ton. y unas demostraciones de inyección de piezas con procesos complementarios robotizados que eran impresionantes.
Además de maquinaria de diferentes tamaños, estratégicamente, también nos interesaba indagar y profundizar sobre nuevos materiales -masterbaches y compound-, nuevas tecnologías -como la inyección de silicona líquida-, aplicaciones y evoluciones del plástico técnico por sectores -automoción, aeronáutico, médico – sanitario, electrónica, electrodomésticos, deportivo, energías renovables, etc. -, nuevos procesos – automatización y robótica, inspecciones en producción automatizadas, técnicas de soldadura de piezas y de acabados para componentes vistos.
Además, este tipo de eventos siempre son un buen punto de encuentro con proveedores, clientes, centros tecnológicos, colegas y amigos, con los que compartir experiencias y conocimientos.
Otro aporte de estos días fue la apertura de mente a nuevas formas de hacer las cosas e incluso a la creatividad, facilitada por el entorno del día a día e incluso por haber elegido alojarnos en Colonia, impresionante ciudad en la ribera del Rin que, con su casco histórico y ambiente inducía a reflexionar sobre el día o a generar mejoras para nosotros sentados delante de una sabrosa cena regada por un par de buenas cervezas alemanas.